Esta biblioteca digital alberga el libro sobre Oncología y Oncocirugía Ortopédica.

Incluye clases académicas, conferencias impartidas en congresos nacionales e internacionales, trabajos publicados, discusiones de casos, procedimientos quirúrgicos realizados y técnicas propias desarrolladas.

Se eligió el formato digital porque la web permite la inclusión de textos con numerosos recursos visuales, como imágenes y videos, que no serían posibles en un libro impreso.

El contenido está destinado a estudiantes, profesionales de la salud y al público en general interesado en el área.

Sacrectomía total sin reconstrucción – Parte II

Sacrectomía Parte II

En esta segunda parte de la conferencia sobre sacrectomía total sin reconstrucción, presentaremos el uso de las sierras de Gigli, que ahora se colocan por un nuevo acceso: ¡la laparoscopia!

Figura 1: Utilizamos la laparoscopia en oncocirugía para tratar un schwannoma en un paciente con una lesión compresiva en el agujero sacro S-3. Tenía dolor, parestesias y entumecimiento en la pierna izquierda. Presentaba dolor, parestesias y entumecimiento en la pierna izquierda. Esta técnica se mejoró con la ayuda de la videolaparoscopia.
Figura 2: La radiografía revela un ensanchamiento del agujero sacro S-3
Figura 3: La TC muestra una lesión bien definida
Figura 4: La RM muestra una lesión circunscrita, delimitada por una pseudocápsula gruesa.
Figura 5: En el corte sagital se observa un tumor sacular en continuidad con la raíz nerviosa, lo que demuestra que se trata de un Schwannoma.
Figura 6: Realizamos una arteriografía para una investigación más detallada.
Figura 7: La reconstrucción por TC revela una lesión bien definida, de evolución lenta, crónica y benigna.
Figura 8: Este fue el primer caso en el que utilizamos la laparoscopia para la biopsia, con la intención de extirpar el tumor en el mismo acto quirúrgico si era factible.

Vídeo 1: El cirujano gástrico realizó una laparoscopia, disecando el retroperitoneo y aislando los vasos ilíacos para ligar y cortar la arteria y la vena ilíacas internas izquierdas. El tumor se colocó en un guante y se maceró.

Figura 9: Se aspiró su contenido y se retiró el guante quirúrgico a través del tubo de laparoscopia.

Vídeo 2: El paciente fue liberado para caminar y recibió el alta hospitalaria al segundo día de la intervención.

Figura 10: Para la sacrectomía total, estudiamos la posibilidad de disecar la superficie interna del sacro por vía laparoscópica. Esto incluiría la cauterización de los vasos presacros y de la pared interna del sacro, así como la ligadura de las arterias y venas ilíacas internas e hipogástricas, con el fin de minimizar la pérdida de sangre. Además, intentaríamos pasar la sierra de Gigli por vía laparoscópica, lo que nos permitiría realizar la sacrectomía con total seguridad.
Figura 11: Para desarrollar una curva de aprendizaje, empezamos con este caso de sarcoma de Ewing en el sacro, por debajo de S-3. En este caso, sólo tendríamos que pasar una sierra de Gigli horizontalmente a través de las muescas isquiáticas.
Figura 12: El tumor se resecó mediante laparoscopia, eliminando la necesidad de un acceso previo por laparotomía y optimizando la técnica de utilización de las sierras de Gigli.

Vídeo 3: El paciente fue liberado para caminar y recibió el alta hospitalaria al segundo día de la intervención.

Figura 13: Actualmente, en la sacrectomía total, utilizamos la laparoscopia para realizar el procedimiento que antes se hacía por laparotomía.
Figura 14: En este caso de cordoma sacro, las pruebas de imagen muestran un tumor de gran tamaño que afecta a la región.
Figura 15: La TC muestra que la articulación sacroilíaca derecha está preservada y libre de neoplasia. Se planteó realizar las osteotomías, resecando el lado izquierdo y preservando la articulación del lado derecho. Fue posible preservar la articulación de la derecha, ya que no estaba afectada por el tumor, garantizando la preservación de la función motora.
Figura 16: Para preservar la articulación sacroilíaca derecha, planificamos tres osteotomías, como se muestra en el diagrama.
Figura 17: Para este procedimiento, fabricamos tubos de acero: uno largo, que permitirá a la sierra atravesar la pared abdominal hasta la espalda. Otro corto, que permitirá que la sierra pase desde el interior de la cavidad abdominal hasta la espalda del paciente. He organizado el texto para mejorar la claridad y la fluidez, manteniendo el contenido original. Si necesitas algún ajuste adicional, ¡estaré encantado de ayudarte!

Vídeo 4

Vídeo 5

Vídeo 6

Figura 18: Y lo introducimos por el tubo corto, dejando que salga por la región dorsal del paciente.
Figura 19: De esta forma segura, repetimos la colocación de las otras dos sierras para realizar las osteotomías por vía posterior, eliminando la necesidad de una laparotomía.
Figura 20: Paciente caminando con ayuda de un andador tres semanas después de la intervención.

Vídeo 7: Ahora, en el tercer mes postoperatorio, el paciente camina utilizando sólo un bastón, mostrando un déficit en el tibial anterior de la pierna izquierda, consecuencia de la amplia resección de la articulación debido a la mayor afectación de la lesión. La raíz nerviosa del dorsiflexor derecho estaba preservada.

Figura 21: Este caso ilustra un paciente con un cordoma de gran tamaño que afecta a todo el sacro.
Figura 22: La indicación oncológica fue la sacrectomía total.
Figura 23: En otro hospital, donde llevaba ocho meses ingresada, la paciente ya había perdido el control de los esfínteres vesical y anal, por lo que necesitaba una sonda vesical retardada y enemas repetidos.
Figura 24: Tenía flexión fija de caderas y rodillas y múltiples úlceras por presión.
Figura 25: Realizamos la sacrectomía total utilizando las sierras de Gigli, colocadas laparoscópicamente, para las osteotomías.
Figura 26: Tras la resección del sacro, estiramos los tendones flexores de la cadera y la rodilla.
Figura 27: Realineamos las extremidades inferiores para facilitar la función motora y permitir al paciente reanudar la marcha.
Figura 28: Recibimos a esta paciente, atrapada por una lesión agresiva que comprometía sus funciones y movimientos, dejándola vulnerable al empeoramiento de las escaras.
Figura 29: Tras la sacrectomía, que se realizó por laparoscopia, iniciamos fisioterapia en cama, seguida de ejercicios de plancha inclinada, con el objetivo de recuperar su ortostatismo y favorecer la ganancia de marcha, restableciendo su movilidad. Tras su recuperación y fortalecimiento muscular, seguimos invirtiendo en su entrenamiento.

Vídeo 8: El paciente trabaja actualmente como vendedor ambulante.

Figura 30: Complicaciones: Pérdida del control de los esfínteres anal y vesical. Pérdida parcial o déficit total de la dorsiflexión del tobillo. Inestabilidad pélvica. Claudicación. Necesidad de fisioterapia motora y orientación sobre las funciones intestinal y vesical. He eliminado las características según lo solicitado. Si necesitas más ajustes, ¡estaré encantado de ayudarte!
Figura 31: Conclusión: La sacrectomía con sierras de Gigli, colocadas por vía laparoscópica, ofrece ventajas: Menor tiempo quirúrgico y mayor seguridad. Menor pérdida de sangre. Resultados más satisfactorios dada la gravedad de la lesión. Funcionamiento razonable, teniendo en cuenta la agresividad del tumor. No requiere reconstrucción, lo que se traduce en una menor morbilidad. «¡No realizamos reconstrucción!»

Autor: Profr. Dr. Pedro Péricles Ribeiro Baptista

 Oncocirugía Ortopédica en el Instituto Oncológico Dr. Arnaldo Vieira de Carvalho

¡Hola! Cómo podemos ayudarle?
plugins premium WordPress